El nuevo disco de VVV [Trippin'you] no pretende embaucarte, sino más bien lo contrario. Busca sacudirte, meter el dedo en la yaga, deconstruir el sonido.
Texto: Ángela Bellón
El trío de Móstoles VVV [Trippin'you] están arrasando dentro de la escena de la música electrónica. Y no es para menos. Su enfoque rebelde y audaz está dando mucho que hablar, haciendo temblar los cimientos de una escena que se tenía más que estudiada.
Desde esta postura underground, haciendo visible la fortaleza de esta resistencia acaba por fusionar géneros: desde el mákina y el UK garage hasta el dubstep o el jungle. Esta peculiar mezcla acaba por apelar directamente a aquel que se detiene a escucharlos, sumergiendolos de lleno en toda una espiral de violencia y urgencia generacional.
El trío formado por Elinor Almenara, Salvador Urbaneja y con Adrián Bremner al mando han conseguido generar una fiel base de fans a lo largo de todo el territorio nacional. Y es que, sus dos proyectos anteriores 'Escama' (2020) y 'Turboviolencia' (2021) los han posicionados como pioneros dentro de un panorama que cada vez logra más adeptos. De este modo, no sorprende ver cómo han conseguido hacerse con una audiencia a nivel internacional, colgando el cartel de sold out al otro lado del charco.
Sus composiciones son enérgicas cápsulas pop comprometidas que incorporan la destructividad propia de la cultura hooligan y la despreocupación característica del hedonismo ravero, dando lugar a en una experiencia (extra)sensorial singular. La banda logra fusionar una crudeza vibrante con una extravagancia fascinante, invitando al oyente a sumergirse en un torbellino de sonidos y emociones. Éxitos como 'Invierno Nuclear' y 'Odiar Frontal' se han convertido en himnos generacionales, capturando la urgencia y la rabia que definen su música. El cuarto álbum del grupo toma su nombre de Vaciador 34, un espacio autogestionado que desempeñó un papel crucial en la vida y la música de VVV [Trippin'you]. Desafortunadamente, este enclave cultural acabó por convertirse en una sede de oficinas.
‘Vaciador' se convierte en toda una oda a la lucha autogestionada y a la cultura que prospera en la penumbra. Lejos de los focos pero haciendo mover los engranajes del sonido underground de nuestro país.
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