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"VAPOR Y CIELO" EL PRIMER LP DE BLACKPANDA

Vapor y Cielo es el primer LP del dúo madrileño formado por Marta Marlo y Andrés Lim. Una pareja artística que nos ha dejado hits como ‘Antes de que acabe el verano’ o ‘Bailo x Fuera Lloro x Dentro’. Y es que, a nada que te detengas mínimamente a escuchar su discografía, entiendes que estás ante dos piezas que encajan a la perfección.


Texto: Ángela Bellón (@angela_br99)

 

Dos perfiles radicalmente distintos, pero que no hacen más que complementarse, dando lugar a, quizás, una de las grandes propuestas de la escena. Marlo, cantante, graduada en Artes Escénicas y Lim, productor e ingeniero de sonido, especializado en diseño sonoro para cine. ¿Ambos? Compositores, productores y algo que trasciende todo ello: Blackpanda.



Esta conexión y combinación tan potente impregna toda su discografía. Ellos mismos se definen como “dos personas que nos llevamos muy, muy bien” y que “ nos sentimos reconocidos en la música que estamos haciendo”. Un proyecto en el que se centraron “en serio” en el propio confinamiento donde el encierro los precipitó a sacar lo mejor de sí mismos. Ahora, casi cinco años después, podemos decir que Blackpanda es “es música electrónica, pop sin etiquetas música sensible y también divertida para estar gozando”.


Vapor y Cielo, que surge en una especie de retiro “alejado del ruido y de los ritmos de vivir en Madrid”, resume a la perfección toda su esencia. Ese equilibrio entre el experimentar y mantener su sello personal. Tal y como ellos nos contaban, esta indagación por encontrar “su sonido” es una búsqueda incesante. En palabras de Marlo: “estás todo el rato bebiendo de distintos sitios para ver con qué realmente tú te sientes identificado y qué quieres proponer tú como individuo, como artista”. Y, desde luego, es una ardua tarea.


No obstante, ellos han dado con la fórmula secreta. A nivel de sonido, quizás, la clave resida en el hecho de que “haya más o menos el mismo uso de instrumentos, que en este caso son casi todos electrónicos porque trabajamos así” y la voz inigualable de Marta, que “también le empaca mucho todo y aunque de repente tengas un tema que es más disco y otro que es más, yo qué sé, más UK Garage, pues lo puedas entender como lo mismo porque al final es lo mismo”.


Y quizás, sí sea lo mismo, pero sin llegar a serlo. Vapor y Cielo es todo un viaje. Una odisea que parte de esa casa que alquilaron en Cantabria con el objetivo de huir del ruido y frenetismo de la gran ciudad para sentarse a componer. Así es, que si te hablan de fuentes de inspiración, te dirán que las influencias directas “fueron los gatos y perros que vinieron a visitarnos a la casa, los lagartos a los que les dábamos de comer por las mañanas ahí en la terraza, las montañas, las nubes, el mar, los paseos...”. Esta particular clausura dio lugar a una treintena de canciones que surgieron de esas semanas en las que estaban desconectados de todo salvo de sí mismos. Y solo 11 se hicieron con un hueco en la mezcla final.


Vapor y Cielo, que lleva por título una clara alusión directa a ese proceso rústico de creación, está influenciado por esas “cosas tangibles o visibles” que parecían rodearles cuando nadie más lo hacía. De este modo, el hilo narrativo del LP no es más que ese ciclo sin fin en el que el vapor se eleva al cielo para convertirse en nube y precipitarse en forma de lluvia, hasta que una vez que toca tierra, vuelve a su estado vaporoso. Y vuelta a empezar. Un bucle que aludiría a los diferentes estados por los que pasan las relaciones humanas.



Hasta el 22 de noviembre no pudimos escuchar Vapor y Cielo al completo, aunque bien es cierto que nos hicieron el camino más afable con nada más y nada menos que 5 singles. A la hora de preguntarles el porqué de esta escoja en pro de sus 6 hermanas, nos contaban que era algo casi místico, algo que “se siente” de forma casi instintiva. “Creo que se siente, que es algo que es un poco un feeling y que tú dices, pues mira, con esto. Siempre te tienes también que guardar algo”. Quizás, es esta relación parasocial con sus canciones la hace que tampoco se les haga cuesta arriba lidiar con el lanzamiento de sus canciones y su consiguiente recibimiento. La vocalista nos explicaba cómo hay algo mágico en todo ello, que hace que sean capaces de predecir qué canciones van a gustar más — aunque siempre hay hueco para las sorpresas. En cualquier caso, la crítica, no es algo que les agobie. “Cuando tú estás como full tranquilo con lo que estás haciendo y alineado con eso, pues te vas a dormir tranquilo y ya está”. Y seguramente, eso sea la clave de todo.


Probablemente, NO TENGO PRISA, sea una de las tracks claves del álbum. Una meta-canción, por decirlo de alguna manera, en la que se reflexiona acerca del proceso de concebir un tema. “Es esta cosa de quiero contar muchas cosas no sé por dónde empezar y tenemos un tiempo limitado” explica Marta acerca de la canción. Así, en la primera estrofa escuchamos «Me he propuesto hacerlo corto, reducir la información, darlo todo contenido, meterlo en una canción». Una track que, paralelamente, captura a la perfección el proceso que fue crear el LP en sí. Un lienzo en blanco en una casa en las afueras, una cuenta-atrás en forma de retiro espiritual con fecha de caducidad y un álbum que necesita levantarse desde cero. Todo ello, lidiando con la necesidad de no exigirse prisa. Y es que ha sido un álbum cocinado a fuego lento, dejando fluir la inspiración. Por ello, abandonar la urbe era importante para dar rienda suelta a su experimentación “si lo que quieres es explorar es importante separarte un poco de tu contexto”.


Ahora, el dúo está preparando el llevar todo este concepto a los escenarios. El próximo 29 de diciembre, Vapor y Cielo alzará su vuelo en la Sala The Bassement (Madrid). Una fecha que el dúo madrileño espera con ansias. A diferencia del tracklist del álbum, esta escoja de canciones para su setlist sí que generó algún que otro rompecabezas. Lo que se verá esa noche en la sala de la capital, es algo que va más allá de la presentación del LP, “queríamos que la gente que se ha pillado su entrada pudiera disfrutar de temas de estos últimos años” nos contaba Andrés. Todo un reto y es que no es una decisión a la ligera: todo ha sido medido hasta el último detalle. Los temas han sufrido algún que otro arreglo para otorgarle una coherencia al proyecto que harán de esa noche un evento inolvidable.


Blackpanda es un proyecto con intencionalidad, con entusiasmo y con un gran trabajo detrás y Vapor y Cielo ha sido fruto de un lustro de esfuerzo (no solo de una escapada rural) y se nota. Esto es solo el principio de un potentísimo dúo que tiene todos los ingredientes para convertirse en un emblema dentro del panorama actual. Su enfoque artístico multidisciplinar da vida a un imaginario, a su propio universo donde las casualidades no existen.

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