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UN HOMENAJE A LXS QUE NO RENUNCIARON A SU IDENTIDAD: ALEIXANDRI STUDIO GANA EL PREMIO MBFT

  • Foto del escritor: Adrián Cotillas
    Adrián Cotillas
  • 24 feb
  • 3 Min. de lectura

El 25 aniversario del certamen Mercedes-Benz Fashion Talent ha coronado a Aleixandri Studio como la gran revelación de esta edición con "Violetas", una de las propuestas más potentes y coherentes que se han vivido en este evento. Marc Aleixandri ha conseguido mucho más que un reconocimiento: ha convertido la pasarela en un acto de memoria, un espacio de resistencia y un homenaje a quienes desafiaron el sistema en uno de los periodos más oscuros y opresores de la historia reciente de España.


Texto: Luna Doval (@lunnadoval)

 

La colección nos traslada a un Madrid clandestino de los años 70, donde la comunidad travesti encontraba refugio en locales ocultos, entre lentejuelas, luces y una libertad efímera y prácticamente inexistente. Sin embargo, la sombra de la represión siempre acechaba: el sonido de unas botas pesadas marcaba el fin de la fiesta y el inicio del miedo. Aleixandri Studio captura esa dualidad con un trabajo impecable en la mezcla de texturas y referencias visuales: los brillos, las perlas y los tejidos vaporosos evocan el fulgor de los espectáculos nocturnos, mientras que las estructuras más rígidas reinterpretan los uniformes policiales de la dictadura franquista. La belleza se cruzó con la violencia y la euforia con la amenaza.




El desfile de Aleixandri fue, además de una muestra de diseño y un ejercicio de memoria histórica. En un país donde la represión franquista aún deja huella en nuestra sociedad, "Violetas" rescata la historia de aquellos que fueron perseguidos por ser quienes eran. En palabras del propio diseñador: "No podemos olvidar a quienes, en la clandestinidad, hicieron de su existencia un acto de resistencia". La pasarela se convirtió en un escenario simbólico, donde los primeros looks representaban a los militares franquistas, con siluetas rígidas y materiales pesados. A medida que avanzaba el desfile, la narrativa fue cambiando: las prendas comenzaron a aligerarse, introduciendo detalles de cabaret, pelucas cardadas  y maquillajes que evocaron a aquellos estilismos de espectáculo hasta llegar al momento más emotivo de la presentación. Cuando uno de los looks fusionó ambas temáticas del desfile, un maxi vestido de transparencias combinado con una banda militar roja, dejando el mensaje de la colección más que evidente. 



El clímax llegó con el carrusel final, cuando cada modelo dejó un clavel en la pasarela como homenaje a todos aquellos que lucharon y a quienes murieron en el intento. Este gesto, cargado de simbolismo, dejó al público visiblemente emocionado, cerrando el desfile de una manera inolvidable.



La presencia de Samantha Hudson, artista y activista que proclama la libertad y los derechos LGTBIQ+ junto a muchas de sus compañeras, fue el broche final perfecto. Hudson cerró el desfile con una performance impactante, dejando caer una lluvia de perlas que componían su vestido.



El diseñador, que se formó en BAU Barcelona y trabajó como patronista en Palomo Spain, ha sabido plasmar en su debut una madurez conceptual y técnica que lo ha hecho destacar entre otras propuestas que verdaderamente se lo han puesto difícil al jurado en esta edición de la MBFW. 


Su visión de la moda sin género se traduce en cada prenda de Violetas, pero también en un recordatorio del poder que tiene la moda cuando se le da espacio a quienes tienen algo que decir. España está llena de talento emergente, de creadores con ganas de innovar, de voces que necesitan ser escuchadas. Este desfile no ha sido solo una colección, sino una declaración: la moda puede contar historias, reivindicar luchas y convertir la memoria en algo imposible de silenciar.



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