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MAISON MARGIELA EN MADRID

Así ha sido la primera Pop-Up de la marca de lujo en la capital.


Texto: Luna Doval (@luunamcn)

 

De Margiela siempre me enamoró su arte, su misterio, su capacidad para desafiar las normas de la moda y su forma de fusionar lo avant-garde con la elegancia atemporal. Me cautivó su enfoque conceptual y abstracto, así como su manera de deconstruir tanto la ropa como los conceptos. Cuando supe que iba a ver el logotipo de la casa (aunque fuera por pocos días) a pie de calle en el centro de Madrid, no dudé en ir.


Decidí ir el viernes por la mañana, ya que la pop-up solo estaba disponible hasta el domingo 20. Llegar al Espacio G69 de la calle Barquillo fue tarea sencilla, a tan solo cinco minutos andando desde la estación de Recoletos, en pleno centro de Madrid. No fue tan sencillo salir de la pop-up sin que mis brazos olieran a la increíble variedad de perfumes, ya iconos, que Maison Margiela había preparado, como si de una cata de cualquier vino de lujo se tratase.


Fotografía: Irene Martínez Ferro (irenemartinezz)


Esperamos una media de quince minutos. Hasta que un hombre con la característica bata de cualquier empleado de Margiela, me animó a entrar. Me quedé mirando aquel uniforme. Uniforme que podría hacer referencia a la pulcritud con la que se elabora cada elemento de la marca (como si de un laboratorio científico se tratase).


Al cruzar la puerta, tus sentidos se dirigían de inmediato hacia el lado derecho del espacio, donde dos palabras irresistibles se convirtieron en protagonistas para cualquier estudiante o residente en Madrid, especialmente tras la reciente y desmesurada subida de los alquileres: café y gratis.


La realidad es que cualquiera que pasara por allí debía cogerse un café (aunque fuesen tea matcha), pues era la primera oportunidad que muchos teníamos de considerar nuestro algo de la Maison, la marca que desde los quince años me robó el corazón (un aplauso al de marketing).


Fotografía: Sara Tejedor (@saratssv)


Debido al alto nivel de instagramiabilidad del espacio y a que estuvo abierto varios días antes de su inauguración para influencers, ya te hacías una idea de lo que te podrías encontrar. Aun así, no defraudó. Cada sala,sorprendentemente acogedora, parecía esforzarse por teletransportarte a la verdadera esencia de cada fragancia. Esto se debe a que las fragancias de Maison Margiela, bajo la línea “Réplica”, están diseñadas para evocar recuerdos y momentos específicos, convirtiendo cada aroma en una experiencia nostálgica. Así, cada rincón del espacio no solo presenta perfumes, sino auténticas “réplicas” (vaga la redundancia) de emociones y memorias que resuenan en cada uno de nosotros. Cuatro espacios diferentes pero perfectamente cohesionados entre sí, todos con estética minimalista y el blanco de protagonista. Una cama en la que cualquiera querría tumbarse, una sala de estar con una chimenea de lo más hogareña y una sala de jazz con una ambientación perfecta, a través de un tocadiscos que reproducía verdaderos hits. La última sala, repleta de nostalgia veraniega, olor a crema de sol y arena por el suelo. Espejos por todos lados y un perfume en cada esquina, de nuevo un aplauso al de marketing.


Fotografía: Sara Tejedor (@saratssv)


La Pop Up no solo expuso perfumes, sino que nos deleitaron con el entrañable clímax que creaban las Velas de la colección (por no hablar de su increíble olor). No obstante, este evento no fue solo una sala de exposiciones por parte de la marca de lujo. Sino que también fue un centro de interacción. Se organizaron talleres gratuitos para crear un elemento de decoración de la casa, siendo este una especie de jardín en frasco para encapsular la experiencia en un recuerdo sin tener que gastarse treinta euros por diez mililitros de perfume, como poco.


Después de recorrer cada sala y detenerme a apreciar cada detalle que la marca había creado para su debut en la ciudad, me dirigí hacia la salida. Allí, entregaban un póster como recuerdo del evento, con la ubicación del espacio y la característica etiqueta de Maison Margiela. El número tres, destacado, hacía referencia a la icónica línea de fragancias “Réplica", un verdadero símbolo en el sector.


Con este recuerdo en mano, me fui, y no pude evitar preguntarme cuál será el futuro de esta marca a nivel nacional, más allá de aquel córner en El Corte Inglés de Goya. Son muchas las especulaciones de que el éxito de la pop-up se podrá traducir en la primera tienda Maison Margiela en España. Pero es precisamente esa incertidumbre de la marca la que nos hace amarla. Seguiremos impacientes a ver qué nos depara Galliano al mando de la dirección creativa y el embaucador equipo de marketing que han logrado cautivarnos, una vez más.





















  Fotografía: Luna Rocarre (@rocalunna)

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