Hay películas que van más allá de lo simple y se clavan directo en lo que alguna vez viviste, llevándote a un estado de nostalgia de cualquier forma. Y es que cuando hablamos de escenas que retratan la infancia o la adolescencia, tipo Billy Elliot, Life of Pi, Beautiful Boy o Close de Lukas Dhont, que retratan el mismísimo boyhood, el golpe nostálgico es inevitable. De repente, no solo estás viendo una historia, estás reviviendo ese caos interno de cuando estabas joven, y el mundo parecía tan grande y confuso que no sabías por dónde empezar.
Texto: Adriana Almenar
BILLY ELLIOT - STPEHEN DALDRY (2000)
Billy, un niño en una comunidad minera súper cerrada, se da cuenta de que su pasión por el ballet lo aleja de todo lo que su familia espera de él. Ambientada durante las huelgas mineras en Inglaterra en los años 80, la película narra la vida de Billy, un joven que descubre su talento para el ballet en medio de la rigidez y expectativas de su familia obrera. Con ecos de The Full Monty (1997) en su crítica social y un guiño a la fuerza del espíritu individual, la película resalta temas de clase, género y el poder transformador del arte. Ver a Billy en esa lucha por seguir su pasión es como un punch emocional que te recuerda todos esos momentos en los que tu autenticidad estaba en juego.
Fotograma de "Billy Elliot", (Universal Pictures)
LIFE OF PI - ANG LEE (2012)
Pi Patel, un joven que, tras un naufragio, se encuentra en un bote salvavidas con un tigre de Bengala llamado Richard Parker. Todos la conocemos. Al igual que Cast Away (2000), pero con un trasfondo más místico, la película plantea profundas preguntas sobre la verdad y la percepción. Es tal cual como cuando sientes que el mundo te aplasta y tienes que encontrarle sentido a todo. Al final, esa metáfora del tigre como tus propios demonios internos pega fuerte, porque crecer no siempre es una onda externa, sino un proceso mental de lidiar con lo que te aterra.
Fotograma de "Life of Pi", 2012 (20h Century Fox)
CLOSE - LUKAS DHONT (2022)
La película sigue a Léo y Rémi, dos amigos de 13 años cuya conexión cercana y pura comienza a fracturarse cuando al ser tan cercana, los que los rodean se empiezan a incomodar. En la línea de obras como Call Me by Your Name (2017) va full sentimental. Close te muestra cómo esas conexiones profundas se pueden quebrar por cosas que ni siquiera controlas, y eso es algo que todos vivimos mientras crecemos. Es un viaje emocional sobre la fragilidad de las relaciones en la niñez, cuando no entiendes por qué todo se desmorona.
Lo bonito de estas películas es cómo te sacuden y te llevan de vuelta a esos rincones de tu vida que creías haber dejado atrás, pero que siguen ahí, como ecos de tu propia historia. Personajes como Billy, Pi o los chicos de Close no solo te cuentan su vida, sino que te obligan a reflexionar sobre la tuya. Y a medida que creces, la perspectiva cambia: lo que antes veías como dramas adolescentes o ni siquiera entendías ahora se siente como un recordatorio de que esas etapas, lejos de ser olvidadas.
Fotograma de "Close", 2022 (Lumière, Diaphana Distribution, A24)
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