Parece que todo lo que lleva la denominación de origen andaluza se convierte en sello de calidad. Desde un pequeño municipio de Málaga, el Rincón de la Victoria, un nuevo talento se abre paso dentro del panorama musical andaluz, pisando fuerza y con ganas de hacer historia. Su estilo se basa en fusionar lo innovador con lo tradicional. Bajo este pseudónimo de Desmelenao se esconde Samuel Sarrión, un joven de 22 años que hace apenas un par de semanas desde que presentó su último proyecto: Las razones del amor. Este trabajo refleja su talento y creatividad, fruto de años de esfuerzo y dedicación para alcanzar su sueño de convertirse en un artista que represente a su Málaga natal.
Texto: Ángela Bellón (@angela_br99)
No obstante, si le preguntas a él mismo cómo se autopercibe, no abogará por la grandilocuencia. Desmelenao se define a sí mismo como “la picaresca y sensibilidad del pueblo andaluz concentrada en un chaval de los 2000”. Y seguramente, no habría palabras más acertadas para definirlo. Si indagas un poco entre los medios que se hacen eco de su proyecto, verás como lo definen como “la nueva voz de la Costa del Sol”. Un título casi nobiliario del que hace gala con satisfacción. Y es que si algo mueve al malagueño es la pasión y el orgullo que siente por su tierra.
No obstante, el universo de Desmelenao no se queda en eso. Indudablemente, si tenemos que coger un elemento que defina su proyecto sería el arquetipo del Don Juan. La definición por antonomasia de este personaje es la de representar al seductor por excelencia, un hombre audaz que conquista sin escrúpulos, dando la espalda a su propia moralidad. Una idea a la que el andaluz le da una vuelta de tuerca y lo aterriza en pleno siglo XXI. En palabras del de Málaga, “atraviesa mucho más horizontalmente a toda la generación, no solamente a los hombres, sino que siento que es algo que está muy presente en general”. Y quizás eso sea lo que lo mantenga tan vivo 400 años más tarde de su nacimiento. Tal y como reflexionamos con el artista, este mito ya ponía sobre la mesa la “mercantilización de los cuerpos” sin llegar a imaginarse siquiera la relevancia que tendría cuatro siglos más tarde. Desmelenao nos cuenta como sin comerlo ni beberlo, acabó viéndose reflejado en ese insolente joven hasta el punto de hacerle el hilo conductor de su proyecto. Esta figura además de ser flexible le permite proyección de cara a próximos movimientos. Aunque bien es cierto, que ya planea más giros de guión de cara a futuro, siempre manteniendo su Andalucía como telón de fondo, por supuesto.
En proyectos tan mimados como este, vemos como el folclore y la música popular está en su mejor momento. Y es que, tal y como nos comentaba el propio artista, hay un innegable punto de reflexión: El Mal Querer. “Tú escuchas la música en España antes de El Mal Querer y después, y la diferencia es como abismal, ¿no? Entonces siento que desde que ella hace eso, como que todo esto se enaltece un poco, se deja de considerar algo que no tiene cabida, digamos, en el mainstream o en la radio o en la cultura pop, y pasa a ser de hecho algo que entra de lleno”. Sin embargo, esta guerra aún no está ganada. “Eso no quita que sigan siendo cosas arriesgadas y que dentro de este mundo del neofolclore y tal hay muchos tipos de propuestas. Que la gente se cree que yo, C Tangana, Rosalía, Judeline estamos en el mismo saco”.
Así, parece convertirse casi en un arma de doble filo, en un mundo donde prolifera la música popular. “Todo el mundo de repente hace rumba, todo el mundo es muy tranquilo, todo el mundo es muy latino y creo que eso sí que dificulta un poco sacar estas propuestas para adelante porque al final la competencia ahora es mucho mayor que hace cuatro años”. Aunque, él lo vea con orgullo como todo el mundo parte de este sonido para engrandecerlo y tampoco tenga excesivo pavor por un futuro incierto.
Desmelenao considera que su propuesta no es ni experimental ni arriesgada sino que nace de la idea de hacerla extrapolable a todo aquel que se detenga a escucharla. “Yo escribo para la gente” afirma con contundencia. “Yo tengo muy presente al público cuando escribo, entonces intento que todo lo que hago, dentro de que sea una propuesta interesante e innovadora y a mí me parezca que estoy experimentando, o haciendo algo nuevo o que no haya explorado mucho”. Así, su propuesta parece encontrarse en el equilibrio perfecto entre hacer algo que el público disfrute y encuentre familiar pero a la vez, que sea cautivador y único. Y sin duda, parece haberlo logrado.
Quizás es ese punto lo que le convierte en un miembro de la “la nueva escena de cantautores”. Un movimiento que él mismo define como fruto de la existencia de un potente imaginario de ideas, “una pelota de ideas y entonces todo el mundo coge la idea de ahí y entonces de repente hay gente muy dispar, tiene la misma idea a la vez”. A él, le gusta definirse más como un neo-cantautor, fruto (indirectamente) de todas esas historias que consumía en forma de canción en su infancia. Así es, que a veces, revisitando sus propios temas se topa con aquellos artistas que pusieron banda sonora a sus más tiernos años “Coty, Sabina, son cosas que aparecen de repente. Con Juanes me pasa mucho porque a nivel de producción encuentro de repente que hay cosas que me suenen a Juanes o incluso a Miguel Bosé a veces”.
Pero, no todo fue siempre así. Aunque lleva lanzando música de un modo más “oficial” desde el pasado 2020, su vena artística se remonta a mucho antes, que es lo que le ha permitido ir configurando su carrera, su esencia y su sello personal. “Con 15 años me dio una etapa muy precisamente de cantautor en la que escribía como todo dándole muchas vueltas a cada verso, siempre teniendo claro sobre lo que quería escribir y iba como un poco a piñón, como una flecha. Y ahora sin embargo que produzco todo lo que hago y que me siento como bastante más cómodo con la producción, muchas veces compongo a la vez que produzco, lo cual da pie a cosas que no me habían pasado antes, las que no podría haber hecho antes. Entonces es muy interesante la verdad y es también bonito ver cómo se acaba gestando esa canción y acaba llegando a un punto en el que es algo escuchable con bastantes texturas y capas”.
Poniendo el foco en su último EP, Las razones del amor, sigue la estela de ese Don Juan que comentábamos antes. De este modo, nos tomamos con temas como Matchpoint que hablan de cómo formamos las relaciones hoy en día en una sociedad cada vez más individualista, manteniendo ese nivel sonoro que define su propuesta. Una iniciativa que está deseando llevar a los escenarios porque ese es uno de sus puntos fuertes, regalando a su público unos bolos que llevan muchas horas de curro detrás.
Ahora, poniendo la vista en el horizonte, porque en eso consiste a veces ser artista emergente, e ir a años luz del tiempo presente, trabajando duro en los próximos proyectos. Desmelenao ya parece haber dado con el punto de partida de su siguiente lanzamiento. Un proyecto que da un vuelco a nivel temático y “vuela hacia otro lado porque habla de la música y habla más de mi relación con la música, mi relación con la industria de la música, con la gente de la música... Es más spicy”. Una especie de metaproyecto que de seguro dará mucho de qué hablar. Para entonces, os recomiendo seguir de cerca al joven que lleva su Costal del Sol por bandera.
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