Con motivo de la reciente celebración del Festival Internacional de Cannes, vamos a echar luz sobre algunas de las situaciones de controversia que el festival europeo más reconocido de la industria ha atravesado a través de sus ediciones.
Texto: Armando Arrojo
Ya sea David Lynch ganando la Palma de Oro por Wild at Heart (1990); una especie de mezcla entre Reservoir Dogs (1992) y The Wizard of Oz (1939), normativas absurdas e irreverentes como prohibir los selfies en la alfombra roja o personalidades excéntricas como Johnny Depp presentando película tras su sonado juicio contra Amber Heard, el Festival Internacional de Cannes nunca ha estado exento de polémica y notoriedad. Interminables ovaciones a las películas, gritos, abucheos, ruedas de prensa que parecen un sketch cómico en vez de un ejercicio de rigor periodístico... Cannes es un animal único.
Si pensamos en los premios Oscar de los últimos años, se nos vienen a la cabeza claras imágenes de películas ganadoras como Moonlight (2016), Green Book (2018), 12 Years a Slave (2013)... En mi opinión siempre han pecado de intentar contentar a la corriente social dominante en la industria de Hollywood, sea la que sea en cada momento. De vez en cuando veo algún aire de originalidad a la hora de premiar, ya sea el caso de Everything Everywhere All at Once (2022) o Parasite (2019), pero siempre ronda por mi cabeza el pensamiento de que realmente están premiando minorías y grupos étnicos bajo la falsa premisa de estar valorando el cine de género. En definitiva es una ceremonia asociada al buenrollismo absurdo que se aleja de la originalidad en son del aplauso fácil.
Cannes es otra cosa completamente diferente. El festival funciona como una especie de quimera de esnobismo repelente y asilo contra la cultura de la cancelación. Se han estrenado películas explícitamente sexuales sobre lesbianismo cuyo director ha sido, entre otras cosas, acusado de mala conducta sexual, películas sobre sexo con vehículos motorizados (en dos ocasiones, que explicaré más adelante), sobre violaciones grabadas con un realismo escalofriante que causó la huida en avalancha de cientos de espectadores... Estos son solo algunos ejemplos, lo que es innegable a estas alturas es que Cannes siempre ha estado en el foco mediático por controversias que rodean al festival de diferentes maneras.
Pero no resultaría difícil ponerle nombre y apellidos a la mayoría de polémicas ligadas al festival: Lars Von Trier. Su expulsión del festival por sus bromas acerca del nazismo durante la presentación de Melancholia (2012) quedará por siempre grabada en la memoria colectiva. Su monólogo acerca de la simpatía que sentía por Hitler le costó el título de persona non grata en el festival durante años, a pesar de haber estrenado la gran mayoría de sus películas allí e incluso llevarse la Palma de Oro en el año 2000 por Dancer in the Dark (2000). Trier lleva readmitido desde hace unos siete años y se le puede ver paseando por La Croisette, pero sin duda su imagen está permanentemente ligada a la polémica del festival tanto por el contenido de sus obras como por sus actos.
Este año en Cannes, Cronenberg y Coppola compiten por la Palma de Oro, con The Shrouds (2024) y Megalopolis (2024), respectivamente; y eso me hace recordar la que posiblemente es mi anécdota favorita sobre el festival, que involucra directamente a estos dos directores. Tenemos que remontarnos a 1996. David Cronenberg presenta Crash (1996) un film sobre un grupo de personas con la extraña filia sexual de accidentarse con sus vehículos. La prensa estadounidense no tardó en echarse las manos a la cabeza. En plenos años noventa, con Bill Clinton en su segundo mandato y con asociaciones madres en contra de los videojuegos y del heavy metal, no es sorpresa que la sociedad americana rechazase propuestas como las de Cronenberg.
Pues bien, aunque Crash estuvo nominada a la Palma de Oro, Cronenberg cuenta que nada más y nada menos que Francis Ford Coppola, miembro del jurado durante esa edición, estaba tan espantado por la película que se opuso rotundamente a premiarla con el galardón dorado. Crash fue premiada con el “Premio Especial del Jurado”, que se creó explícitamente para el film de Cronenberg, por supuesta cabezonería de Coppola para dejar Crash fuera de competición oficial. Cronenberg también estuvo en el foco mediático tres años después, al presidir el jurado de Cannes y dejar a Todo Sobre Mi Madre (1999) sin la Palma de Oro, que fue para Rosetta (1999). Al parecer Almodóvar estaba furioso al respecto, a pesar de que la decisión de premiar Rosetta en lugar de la película española fue decisión unánime de los nueve jueces que componían el jurado, incluídos Jeff Goldblum, George Miller... Si Almodóvar quiere verse con el premio entre manos debería traer propuestas más interesantes que la insufrible Madres Paralelas (2021). Cronenberg, sin embargo, no ha perdido un ápice de creatividad y talento, y así lo demuestran sus recientes películas como Crimes of the Future (2022).
Curiosamente, veinticuatro años después de Crash llegaría Julia Ducournau con Titane (2020) para hacer de “ángel vengador” de Cronenberg. Ducournau hizo historia en Cannes, no solamente por tratarse de ser la primera mujer en ganar una Palma de Oro en solitario, sino porque su película, altamente influenciada por Crash, se trata de una obra de body horror influenciada por el movimiento French New Extremity en el que una mujer queda embarazada tras mantener relaciones sexuales con su coche. Era algo prácticamente impensable que un film de aquellas características pudiera llevarse el premio gordo. Bravo por el jurado, pero Cannes le sigue debiendo una Palma de Oro a Cronenberg (¿será este año?).
Thierry Fremaux es el director del festival desde hace décadas, y aunque asegura que esta edición el festival busca estar “libre de polémicas” y dice “volverá a estar centrado puramente en cine”, pero cuesta creer que Fremaux vaya a librarse de la salpicadura de temas como el#MeToo, el genocidio en Gaza o la huelga laboral en Francia. Estaremos atentos para ver qué sucede, pero como poco tendremos un certámen lleno de grandes estrenos como Furiosa (2024), The Apprentice (2024) y Kinds of Kindness (2024), entre muchas otras interesantes propuestas.
Estupendo artículo🫰🏽